Las deficiencias nutricionales como el hierro, el zinc y otros micronutrientes predominan en los países en desarrollo como Pakistán. En todo el mundo, la malnutrición es uno de los principales males entre los niños y las mujeres. En este sentido, la biofortificación de los alimentos básicos es vital para hacer frente a estos problemas de nutrición y salud. Además, el consumo de alimentos naturales locales es una estrategia a largo plazo para mejorar el estado nutricional de la población. La selección de germoplasma de trigo para el desarrollo de trigo biofortificado, el uso de residuos industriales como la melaza negra para combatir la ADI, el helado de mezcla de leche de soja como fuente de proteína barata con tolerancia a la lactosa, son útiles para suprimir la malnutrición entre la población y contribuyen significativamente a reducir las enfermedades relacionadas con la nutrición entre un amplio segmento de la población. Además, estos enfoques basados en los alimentos desempeñan su papel en los productos de valor añadido que pueden ser buenos para mejorar la situación económica de un país.
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