La demanda de estructuras más resistentes y ligeras hace que los materiales compuestos de altas prestaciones térmicas y mecánicas experimenten un importante auge en las industrias aeronáutica y aeroespacial. Los elementos empleados en ellas requieren elevada resistencia y/o rigidez, ya que proporcionan estructuras más ligeras, más resistentes a la corrosión, aerodinámicamente superiores y menos críticas frente a cargas cíclicas. El principal inconveniente de la utilización de materiales compuestos para estas aplicaciones es la disminución de sus propiedades mecánicas cuando están sometidos a temperaturas de trabajo elevadas. Esta merma de propiedades está directamente relacionada con la degradación de las resinas más comunes, como por ejemplo la de poliéster o epoxi, que, a pesar de dotar al material de excelentes propiedades mecánicas, no pueden ser utilizadas a temperaturas de trabajo superiores a 150 y 180 ºC, respectivamente. Por esta razón, en este proyecto se optó por utilizar la bismaleimida, resina estable a elevadas temperaturas, para diseñar materiales compuestos de altas prestaciones térmicas y mecánicas.