Los territorios insulares pequeños se caracterizan por la fragilidad que presentan ante cualquier actividad que se realice en ellos. Consecuentemente, sería recomendable basar el desarrollo de estos territorios en activos intangibles, que no se deterioran ni consumen con el uso, y cuya utilización provoca un bajo o nulo perjuicio al medioambiente. Por ello, el propósito de este trabajo es el de aportar un modelo que permita a los territorios insulares lograr un desarrollo sostenible basado en el capital intelectual que poseen. Finalmente se muestra el resultado de la aplicación del mencionado modelo a la isla de Gran Canaria.