En los últimos años la producción de conejos ha pasado de ser un sistema de explotación familiar, cuyo principal objetivo era aportar proteína a la dieta semanal, hacia una actividad económica industrial dedicada a la producción intensiva de carne, por lo que los cunicultores dedicados a esta actividad agropecuaria deben conocer y aplicar los avances tecnológicos que garanticen niveles de producción altos y la rentabilidad correspondiente. La cunicultura del futuro y su carne en particular deberán cada día más apoyarse en los planes profilácticos globales, para poder asegurar el rendimiento y la calidad que el consumidor demanda. En cunicultura los determinantes de enfermedad incluyen diversos patógenos. Hay que destacar, por orden de interés: Escherichia coli, Pasteurella multocida, Eimeria spp., Clostridium spp., Staphylococcus spp. y Trichophyton mentagrophytes (y en el conejo silvestre: virus de la enfermedad hemorrágica, mixomatosis y Eimeria spp.)