No existe Verdad más elevada que la unidad entre el alma y Dios, entre el propio Ser y lo Absoluto. Comprender esto y asumirlo totalmente, es la liberación de toda creencia en el fenómeno, de toda dualidad, de toda cadena causal, poner fin a todas las tendencias subyacentes del subconsciente, el fin de la rueda de nacimientos y muertes. Pensar constantemente "Yo Soy Él", es el método eficaz para alcanzar a desarrollar el estado de Conciencia Pura. Primero se lo experimenta, se lo conoce y luego se lo manifiesta en diversos grados. Bajo todos los aspectos, unirse a Dios, es Ser Dios; porque sólo Dios es real, sólo Dios existe, más allá del tiempo, espacio y causalidad. Lo que somos en esencia es Existencia Pura, el mismo e idéntico sustrato de la Divinidad, de lo Absoluto, que por propia naturaleza es Único. Y como existimos, no podemos negar el hecho de nuestra existencia, no podemos ser otro que lo Absoluto, el Ser infinito, el Sí Mismo (Yo real). No hay infierno ni Cielo reales, al igual que el mundo, son sólo ilusiones. La realidad es Única y es lo que somos. No necesitamos nada. Ya somos todo. Lo contenemos todo...