"normalmente los libros comienzan con buenas historias aunque yo prefiero arrancar de manera descarnada reconociendo que me hallo en una búsqueda de sentido en donde el érase, el tal vez o el fueron muy felices se pueden ir al demonio. Tengo 38 años pero me siento de 60. Soy infeliz; hace tres años no cojo con nadie y poco me importa la verdad. El peso de dicha confesión tiene un valor igual a cero, como si una paloma hubiese defecado sobre el parabrisas de mi carro. Sé que los pecados no se confiesan, "regla de oro" de una cultura patriarcal en donde coger y comer son equivalentes al acto de existir"Esta obra más que un texto se convierte en una búsqueda de carácter personal donde la autora explora y se pregunta por lo que significa ser mujer en este siglo. El erotismo vocifera escandaloso para declarar su presencia en el mundo, abriendo la caja de Pandora que sacará a relucir sus ausencias, inquietudes, curiosidad, vacíos, debilidades y anhelos. Como una caja China, varias historias surgirán dentro de otra, intentando develar el sentido de lo femenino como testigo y protagonista de la obra.