Es inaudito pensar que todo un pueblo, un país, se pueda definir en torno a un tipo de personalidad, pero es más inaudito pensar que los hechos sociales y culturales no van moldeando ciertos rasgos comunes a través de la historia. Más aun si se trata de hechos que marcan nuestra fundación como país mestizo, heterogéneo, fragmentado. El mestizaje en el Perú se caracteriza por la violencia y la ilegitimidad, de aquí nació un producto inconcluso asintético y ese sentimiento de no pertenencia y desarraigo que sólo forma parte de la Identidad Difusa que se complementa con Mecanismos Defensivos de escisión donde el peruano polariza los objetos, y si sumamos el Juicio de Realidad alterado manifiesto en un racismo donde la percepción social es delirante, nos encontramos con los Principales Rasgos Borderline de la Personalidad. Este análisis retrospectivo de la supuesta personalidad de un pueblo debe servir a los académicos sociales para repensar la manera de abordar las ricas realidades latinoamericanas que no se necesitan una prueba o un test para un análisis profundo de su problemática.