El derecho es fuente de inspiración y ayuda social, pero no servirá de nada si los futuros profesionales no adecuan su educación a las verdaderas necesidades de la sociedad, si continuamos manteniendo sistemas obsoletos de enseñanza que no ayudan a los profesionales del derecho a despertar su interés e ingenio para aprovechar los recursos legales de los que se crean asistidos los ciudadanos. Tantos derechos, tantas obligaciones y donde ha quedado nuestro interés. Solo hemos sido repetidores doctrinarios olvidándonos que la sociedad ha evolucionado en Estados Constitucionales de Derechos y Justicia.