Las microsociologías emergen y se hacen necesarias para lograr procesos de comprensión de fenómenos tan glocales como lo son los referidos a la actividad docente universitaria, y los docentes mismos como dispensadores de la acción educativa y pedagógica, inevitablemente vinculados en sus prácticas a procesos libertarios y emancipatorios de carácter sociocultural, a fin de dar razón de su quehacer particular y atendiendo al imperativo que implica lo universal.