Con la caída del comunismo, se aceleraron los procesos de integración regionales para competir en un mundo marcado por la libre circulación de bienes y mercancias. En el camino, algunos bloques han optado por incluir a los movimientos migratorios como parte de su estrategia de desarrollo y de integración; empero, algunos otros han optado por restringir o descartar a los migrantes en sus agendas multilaterales. El trabajo que se desarrolla en el presente libro es una revisión de los actuales retos que afrontan tres bloques comerciales que han ooptado por alguno de los dos senderos. La Unión Europea y el Mercado Común del Sur, por un lado, son mecanismos que en diferentes estadios han optado por impulsar una visión positiva sobre los flujos migratorios intrazona; y, en contra parte, está el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en el que la interdependencia asimétrica presente ha impedido dar cauce legal a la intensa emigración de mexicanos hacia Estados Unidos.