Este libro cuestiona qué hay en común entre las fotografías que tomó David Davis, un usuario común de Facebook y las de otros miles de usuarios; ¿cómo la práctica de acumulación y apropiación de imágenes, podrían servirnos como estrategias para reflexionar sobre la construcción del individuo en la era digital? Con base en los conceptos de engrama y pathosformel de Aby Warburg, y e-imagen de José Luis Brea, observamos cómo las redes sociales han diluido la subjetividad individual en una especie de fosa común de experiencia compartida, de intersubjetividad simulada. Al final, se muestra de qué maneras la transmisión y circulación de fotografías en redes sociales -como Instagram y Facebook- ha colonizado la subjetividad, por medio de una promesa de originalidad aparente, que al final deriva en un espacio fantasmal, habitado por apariencias que, pese a su esfuerzo por alcanzar la diferencia, devienen reflejos distorsionados, fractales dinámicos.