Los filósofos nunca han inventado sabidurías o conocimientos para demostrar al mundo su bondad o su maldad. Se han entendido para lograr lo que han conseguido. Sin embargo, a este respecto, todo el mundo puede comprender que ningún filósofo se ha hecho Dios... más que simples o importantes guías. Pero, por otro lado, son maestros espirituales y maestros del mundo que se han hecho dioses. Los filósofos siempre han tratado de convencer a los seres humanos "de que no crean nunca en un ser superior que los haya conducido por cualquier cosa, sino que crean más bien en ellos mismos como ese ser supremo"; "que se comprendan a sí mismos y superen la creencia de un Dios supremo y de un diablo astuto y maligno; que comprendan también el mundo y la naturaleza de las cosas, sin juicios y sin culpas...". Si este es el mayor problema, no será imposible creer que el filósofo tiene dos cabezas o tres o incluso cuatro... ¿Por qué no? ¡Quizá el filósofo tenga razón al final del juicio...! Este es el propósito del libro Miraculum Mundus Mysterium, realizado por el interés de comprender el Mundo y su destino.
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