El pasado, el presente y el futuro son nociones que los hombres hemos inventado para hacer comprensible la existencia, pero hablamos de ellos como compartimientos separados. Eso nos ha llevado a considerar que el conocimiento debería estar igualmente compartimentado y que los historiadores deberíamos limitarnos exclusivamente a los tiempos más remotos para lograr una mayor observación objetiva de los hechos. Una visión contraria a la realidad por cuanto todas personas para dar cada paso tenemos que mirar el pasado, pisamos el presente y dejamos huellas para el futuro. A partir de esta idea de volver a examinar la integralidad de las cosas y sin la pretensión de un especialista estrecho en asuntos de la historia se han agrupado una serie de ensayos que muestran además, de la complejidad del conocimiento, la diversidad de aspectos que puede evaluar un historiador. Así entonces el lector podrá conocer, sin necesidad de seguir un orden de continuidad, una visión particular sobre los problemas relativos a la comunicación de masas, la ecología, la política y en especial sobre las artes visuales. Para hacer más placentera la lectura, se han anexado también algunas ilustraciones.