Las empresas en la búsqueda de la competitividad global tienen la necesidad de lograr productos y servicios al menor costo, con el mejor nivel de calidad y con la capacidad de responder a la demanda tanto en tiempo como en cantidad. Favorecer a las organizaciones con lo que ahora se acredita en un concepto global e integrador, la calidad se gestiona mediante técnicas de uso regular para la gestión de otras funciones empresariales, acompañadas del uso de unas metodologías específicas propias de cada sistema de gestión de la calidad. En la actualidad las organizaciones orientan sus esfuerzos a tener productos de alta calidad que cumplan plenamente los requisitos y expectativas de sus clientes. Por lo que la calidad debe ser aplicada a todos los niveles jerárquicos en la organización, y esto implica un proceso de mejoramiento continuo que no tiene final. Ello requiere dar a la calidad el lugar central dentro de las estrategias empresariales, y la responsabilidad de la dirección de adoptar la filosofía de mejora continua. El modelo incluye la instrumentación para lograr integrar el proceso estratégico, la gestión de la calidad y la formación de las competencias laborales.