Se dice que la calidad es una resultante de un producto y/o servicio, y surge debido a la sinergia de un conjunto de procesos que tienen lugar tanto dentro como fuera de una organización. Aunque por lo general se ignoran las características que presentan los procesos, incluyendo a las personas que participan de estos, y se considera que únicamente el producto o la prestación del servicio es lo único que logra la calidad para el cliente final (beneficiarios en el caso de la salud pública). La importancia de abordar este tema se debe a que la salud ha sido una preocupación constante de la humanidad a lo largo de su historia. Entre las necesidades del hombre está la de mejorar su potencial de desarrollo. A lo largo de la historia se encuentran multitud de hechos y situaciones que ponen de manifiesto las actividades que las diferentes civilizaciones han llevado a cabo con el propósito de mejorar su nivel de salud y su calidad de vida. Sin embargo, existe la impresión generalizada de que este papel conductor se ha desgastado y que hoy día la salud pública vive una crisis de identidad. De allí la importancia en proporcionar un modelo que permita gestionar la Calidad de este Sector.