El presente volumen aborda la insospechada relación existente entre la investigación etnográfica tradicional y lo que entendemos como simulación computacional. Además de extraer conclusiones metodológicas relevantes para quienes se desempeñan en el campo más amplio de la antropología, su contenido incursiona en aspectos centrales de toda actividad modelizadora necesaria para desempeñarse en las distintas expresiones de la ciencia social pura y aplicada. De esta manera, cuestiones como la representación de la temporalidad, los niveles de agregacíón informativa, la escalaridad y replicabilidad de los modelos, y la búsqueda de convergencia empírica como prueba de validez de las simulaciones, van estableciendo los hitos de un itinerario conceptual que parte de algunas inquietudes fundantes y despliega conclusiones de creciente especificidad. Dentro de un marco devenido interdisciplinario mucho más por su articulación operativa que por una declaración de intenciones, Jorge Miceli instituye, además, un campo reflexivo imprescindible en la nueva era informática.