Asistimos en la actualidad al desarrollo de un proceso de personalización (Lipovetsky) que tiene sus premisas en el individualismo burgués y en los mecanismos disciplinarios propios de la modernidad de los cuales surge el sujeto como objeto de un saber y de determinadas relaciones de poder. Pero a diferencia de momentos anteriores, el actual gobierno de la individualización (Foucault)se caracteriza por un giro psicológico de los distintos aspectos de la vida individual y social, el hedonismo y la indiferencia; todos estos aspectos nutridos por la opulencia y racionalidad del capitalismo que le hacen posible quebrantar barreras de toda índole, sujetando a los individuos a un circuito social que se autoproduce independiente de toda conciencia y que se oculta detrás de la muchas veces ilusoria libertad y autodeterminación.