Con esta obra se muestra la evolución de una línea de pensamiento que ha tenido en la técnica un hilo metodológico esencial para aproximarse a la realidad de nuestro tiempo. Se resalta que toda sociedad tiene una manera de usar su territorio y su tiempo. La comprensión de ese territorio usado pasa por relacionarlo con las acciones que le definen funciones precisas a los objetos que el ser humano ha construido históricamente y que son parte constitutiva de ese territorio. Los objetos geográficos tendrían no sólo un contenido técnico, sino también uno temporal: cada uno detentaría sus propios tiempos que cobran significado dentro del contexto que da el presente. La existencia de los objetos geográficos se asocia con su localización. Ésta es la que materializa la intencionalidad de la acción o acciones que define su función; siempre responderán a necesidades del presente. El territorio usado, al expresa el espacio del pasado, condiciona al espacio del presente y éste, a su vez, participa de las posibilidades que darán existencia al que vendrá. Reflexionar entonces sobre la historia del presente es fundamental para la Geografía.