En los años de formación que llevo en el servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca he podido observar que la fractura de cadera es una de las patologías más frecuentes de mi servicio. Desde la primera guardia que realicé hasta la última, hemos ingresado y realizado cirugía a numerosos pacientes geriátricos con esta enfermedad. También en este periodo, lamentablemente, he tenido que firmar certificados de defunción en pacientes afectos de la misma "epidemia", con el drama que esto llega a suponer. Además vemos cada día cómo esta fractura cambia la vida de miles de personas, tanto a nivel funcional de cada uno de los enfermos, como de los familiares acompañantes. Son precisamente estos los motivos que me llevaron a pensar cuáles eran los pacientes de mayor riesgo y cuáles las principales complicaciones, para poder iniciar con este trabajo, una posible línea de investigación que pueda ayudarnos a dar una atención más específica y, en la medida de lo posible, mejor a los pacientes geriátricos con fractura de extremo proximal del fémur.