La naturaleza polimorfa de la ciudad hace del espacio urbano un objeto complejo; por lo que buen número de trabajos que dicen ser sobre morfología lo son sobre aspectos sociales, políticos o económicos que inciden en la configuración formal; aunque sin, por ello, poder definirse de manera estricta como investigaciones morfológicas. Por un lado, la cultura arquitectónica (en su visión físico-formal) es incapaz de ofrecer nuevos paradigmas interpretativos de la ciudad actual; debido a que la forma urbana no puede comprenderse ya bajo la sencilla oposición espacio abierto-espacio cerrado; o patrones de configuración tipológica. Por otro lado, desde la visión urbanística, no es suficiente la visión histórica del análisis del plano, para entender los procesos evolutivos y temporales de la forma en la ciudad. Por lo tanto, la intención de este texto es la de ofrecer un panorama sobra la manera en que desde la morfología se ha abordado el estudio de la forma urbana y como desde el propio entendimiento de la forma se han generado distintas metodologías específicas para su análisis.