El conocimiento, las formas de ejercer justicia, la dignidad, las formas de percepción sobre autoridad, la filosofía, la dignidad, cosmovisión, la filosofía, la tecnología, espiritualidad, la interacción con la naturaleza, para los aymaras están aun en plena vigencia. No están en conflicto con ella ni compiten entre sí para dominarla y aplastarla. En sus matrices culturales no tiene lugar la separación entre los hombres y la naturaleza y menos el conflicto para derrotarla, tan propios del occidente conquistador y guerrero. Sin embargo, la oralidad registrada en la memoria colectiva y aplicada en la vida cotidiana sigue vigente como manifestaciones culturales, allí la importancia de la lengua como ejemplo de resistencia y constancias que a partir de ella se puede interpretar, explicar y transformar la realidad, y sigue la lucha permanente por la dignidad desde la vida cotidiana.