En este libro Javier Rodríguez Mir nos habla de problemas estructurales que afrontan la mayoría de las sociedades contemporáneas en el contexto de un mundo cada vez más globalizado. La obra comienza reflexionando sobre los procesos globales y el papel que adquieren en este contexto el estado y la sociedad civil. Los modos de globalización nos conducen a la diversidad cultural y las formas de gestionarlas en cada país. Pero estos procesos globales no sólo nos acercan culturas y sociedades diferentes. También se expanden formas hegemónicas que intentan imponer modelos de desarrollo, únicos y universales. En tanto formas de imposición, cabe referirse a la ideología racista y a la definición de grupos étnicos. Por lo tanto, esta obra también bucea en los orígenes de la raza y la etnia. Estos procesos de globalización generan resistencia que se plasman en diversos movimientos sociales. El autor hace una "arqueología" de los movimientos sociales estudiando los movimientos milenaristas de resistencia en el Chaco argentino para luego analizar en profundidad los movimientos indígenas en América Latina. Se detiene especialmente en los casos de Bolivia y Argentina.