El proceso de toma de decisiones es cotidiano. La autora ha constatado que en la mente de las personas existe confusión sobre las acciones a su alcance. No distinguen entre las alternativas a escoger y los objetivos que persiguen. Al ser interrogadas sobre cuál alternativa prefieren, responden que desean el objetivo, sin advertir las más de una forma de lograrlo. Existe una interfase entre lo que el decisor desea y la realidad medible, una descripción del mundo imaginario que traduce el futuro de una decisión actual. Esta interacción entre la mente del decisor y el mundo real, da lugar a la ética de la teoría de las decisiones multicriterio. Por eso, este texto va dirigido, en primer término, a mis alumnos de Ingeniería Industrial, los de ayer, hoy y siempre, quienes con sus preguntas y proyectos, enriquecieron por varios años los conceptos aquí expuestos. En seguida, a todas aquellas personas interesadas en aumentar la calidad de sus decisiones profesionales y personales. He abordado aquí ejemplos sencillos y cotidianos para facilitar la comprensión. Finalmente, con este libro cierro un ciclo vital durante el cual me desempeñé como profesora del área de Análisis de Decisiones.