Este libro describe la manera como se configuran las culturas musicales alrededor de las fiestas patronales y las ferias populares. Un municipio del semidesierto queretano, en México, es elegido para conocer los procesos de diálogo, negociación y conflicto social en torno a la definición legítima de la música. Para lograrlo, se estudian los procesos de producción, circulación y consumo de las culturas musicales del poblado, tanto en sus tiempos festivos como en los cotidianos. Esto también significa establecer la relación con las industrias culturales y con la migración de personas. Mediante técnicas cuantitativas y cualitativas se responden preguntas tales como ¿qué música se usa para celebrar al Santo Patrono o al poblado?, ¿qué se baila y cómo?, ¿qué grupos lo definen? La investigación problematiza los procesos de construcción social de sentido con relación a las músicas locales y foráneas; es decir, se ubica el problema de la musica en el marco de un cierto consumo y oferta culturales, y bajo cuatro regiones socioculturales de influencia histórica: Estados Unidos y el norte de México, el Bajío, el Valle de México y la región huasteca.