La historia musical de Iberoamérica -entendida no solo como espacio geográfico sino también como comunidad cultural global- ha estado marcada por procesos de transculturación de elevada complejidad, como resultado de la convergencia y posterior hibridación -a lo largo del tiempo- de matrices indígenas, africanas e ibéricas. Dicha realidad fue posible gracias a una extensa y diversificada red de comunicaciones -primero marítimas y terrestres, luego también aéreas- que mantenía interconectada una pluralidad de regiones y ecosistemas. Partiendo de este enfoque interpretativo de las redes de intercambio, esta colección de ensayos contiene investigaciones recientes sobre cómo la música, con su complejidad de componentes semánticos y formales y su inherente capacidad para atravesar todo tipo de fronteras, participó de estas redes transnacionales, convirtiéndose en un agente clave dentro de un sistema dinámico de relaciones culturales. En concreto, los diversos capítulos, firmados por investigadores de Argentina, Austria, Brasil, Chile, España, Estados Unidos, México, Portugal y Puerto Rico, analizan cómo la existencia de rutas de comunicación moldeó la movilidad de músicos, repertorios, prácticas e ideologías, configurando una dinámica y compleja estructura reticular que permite entender el universo sonoro iberoamericano como parte de un conjunto interaccionado.