El modelo femenino dominante de la evolución humana se evidencia en el hecho de que los fósiles originales de la especie humana son predominantemente femeninos y los fósiles masculinos evolucionaron después de miles de millones de años. Los humanos originales habrían sido un grupo de bípedos femeninos en aguas pantanosas que se alimentaban de tubérculos de lirios de agua, loto y peces, mejillones y crustáceos. El origen acuático del bipedalismo y de los humanos se indica por la anatomía corporal de las hembras con glándulas mamarias pendulares y glúteos redondeados adecuados para la flotación y la flotabilidad. Las mujeres pueden reproducirse por partenogénesis como animales inferiores. Por lo tanto, es natural que la hembra de la especie evolucione primero. La evolución de los machos ocurrió en una fecha posterior. Se ha postulado que la siguiente etapa de la evolución humana es la de los híbridos interespecies con los mamíferos acuáticos, lo que habría contribuido a la generación de híbridos interespecies. Esto habría generado una población de bípedos tanto masculinos como femeninos en los pantanos con diferentes tipos de interacciones sexuales.