El poder punitivo se ha construido sobre la negación y aniquilación de las expresiones genéricas diferentes a la masculina-hegemónica. Esto ha significado la invisibilidad de las mujeres dentro del derecho penal, así como el desconocimiento de las especificidades del encierro carcelario para ellas. Este trabajo procura documentar algunos aspectos de la vida de estas mujeres, vinculados prioritariamente a su derecho a la educación en el encierro. La investigación trata sobre un grupo particular de personas, quienes participan de talleres universitarios, y focaliza en la situación educativa, así como en los sentidos e intereses que las mujeres presas construyen a partir de la asistencia a los mismos. En otro aspecto, este trabajo se ubica en la intersección entre el derecho a la educación en el encierro, la Universidad Nacional de Córdoba que procura intervenir en esos espacios, el Servicio Penitenciario cordobés con su lógica punitiva de clara matriz andro y hetero céntrica, y cada una de las mujeres presas que viven en carne propia las tensiones y contradicciones que significa concretar un espacio educativo que les permita gozar de sus derechos.