A más de cien años de la Revolución Mexicana hay condiciones que apuntan a la necesidad de una transformación en México. En los más de 30 años en que se implementó el neoliberalismo y se ha mantenido el sistema político autoritario, hay dos momentos en donde se produjo un empate social mediante el equilibrio de fuerzas entre el pueblo y el bloque dominante: en las elecciones de 1988 y las de 2006, mismas que representaron victorias electorales para el pueblo pero que no fueron reconocidas por las instancias controladas por la clase dominante. Esos dos momentos representaron una crisis de hegemonía del bloque histórico porque perdió su dirección y se generaron condiciones pre-revolucionarias, pero ante la falta de respuesta se produjo la derrota. En este texto se analizan los métodos, tácticas y estrategias que emprendieron algunas expresiones sociales en las últimas tres décadas (Atenco, la APPO, el movimiento de Xoxocotla, el proceso diálogo entre el EZLN y la CRAC-PC), para tratar de resolver a favor del pueblo las contradicciones de la lucha de contrarios. Se trata pues de un análisis crítico y autocrítico que contribuye al debate en el movimiento social latinoamericano.