En Chile, desde la década de 1930 y hasta mediados de la década de 1940, surgieron determinados movimientos, partidos y conglomerados nacionalistas cuyos complejos ideales políticos y sociales les permitieron unirse para combatir contra enemigos en común y, a la vez, definirse como conglomerados independientes, lo que finalmente acabó por distanciarlos políticamente. Tal complejidad es el resultado de un proceso de adopción y modificación de ideologías foráneas, que pudieron ser aplicadas a un contexto local gracias a determinadas herramientas de masificación, en particular, las imágenes y las fotografías publicadas en diarios y revistas de la época. Estas herramientas visuales deben estudiarse con especial cuidado, tomando en cuenta tanto su relación con el discurso escrito como su poder interpretativo.