Los nectarios extraflorales (NFE) son glándulas especializadas que se encuentran fuera de las flores en diversas especies de plantas de todo el mundo. Segregan néctar rico en azúcar que atrae a una gran variedad de artrópodos. Los EFN están dispersos por diferentes estructuras vegetales y desempeñan un papel crucial en la defensa indirecta de las plantas al fomentar interacciones mutualistas con los enemigos naturales de los herbívoros. La relación entre las plantas y los agentes de control biológico facilitada por los EFN mejora la protección de las plantas contra las plagas herbívoras. Las avispas, los coccinélidos, las hormigas, las arañas y los escarabajos se sienten atraídos por los EFN, ofreciendo diversos grados de protección contra las plagas. Estos enemigos naturales se aprovechan de los herbívoros, reduciendo así los daños que causan y mejorando la salud de las plantas. Los EFN constituyen una fuente de alimento constante y fiable para los artrópodos depredadores y parasitoides, prolongando su longevidad, mejorando la fecundidad y aumentando la eficacia en el control de plagas. Esta interacción mutualista contribuye a la salud general y a la resistencia de las poblaciones vegetales. En entornos agrícolas, los cultivos intercalados con especies productoras de NFA pueden potenciar la lucha natural contra las plagas y reducir la necesidad de plaguicidas químicos, además de promover prácticas agrícolas sostenibles.
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