Este libro busca explicar cómo los países en desarrollo pueden aumentar su influencia en las negociaciones comerciales multilaterales realizadas en el seno de la Organización Mundial de Comercio, para lograr la plena incorporación de la agricultura en las disciplinas de la organización y la equiparación de su tratamiento a los demás tipos de bienes. Para ello, la intención de este trabajo es describir las asimetrías que los acuerdos comerciales multilaterales han colocado sobre la agricultura, los inconvenientes que esto fue generando a los países en desarrollo y cómo la constitución de una alianza como el G-20 logró revertir la correlación de fuerzas desfavorable a los intereses de sus miembros. A través de la estrategia de constitución de dicha coalición los países en desarrollo lograron articular y complementar las diferentes fuentes del poder de negociación comercial y así aumentar su influencia.