Es este un estudio de carácter multidisciplinar: filosofía, psicología y humanismo, que busca sentar las bases biológicas de emociones y afectos tan complejos como el amor romántico, el amor maternal, las infidelidades, el deseo sexual y los celos. Esto va siendo realidad merced a los avances de las distintas ramas de la neurobiología unidas a las técnicas de neuroimagen funcional que permiten explorar la actividad de las diversas regiones cerebrales. Se han demostrado áreas específicas y otras que solapan según el tipo de amor, infidelidad o de si se trata de amor o de deseo sexual. Las áreas más activadas están relacionadas con aquellas regiones ricas en receptores de dopamina, oxitocina y vasopresina. Existen otras regiones que se inactivan, especialmente las ligadas a juicios científicos, morales y estéticos. Este juego de activación e inactivación simultánea - según el neurobiólogo ZEKI, nos conduce a captar mejor el panorama que el amor ofrece desde la literatura y otras bellas artes.