Desde el amanecer de los tiempos el ser humano ha tenido la necesidad de proveerse de elementos que le brinden lo necesario para garantizar su propia subsistencia no solo en lo relacionado a los requerimientos básicos, sino también en lo referente a la ornamentación vital en la convivencia de las primeras comunidades humanas, en este campo la modelación de los primeros metales como el bronce, el cobre, el hierro, la plata o el oro eran los elegidos, pero a medida que la industrialización avanzo en el campo de la joyería, también se ampliaron las diferentes externalidades negativas que se generan a partir del uso de químicos altamente degradantes para la limpieza de los respectivos metales empleados los que una vez cumplida su función son arrojados hacia los desagües trayendo consigo contaminación a los ecosistemas con quienes entre en contacto para lo cual aún no se había encontrado una forma óptima de mitigación o de eliminación.Por lo que empleando cierto tipo de arcillas se halogrado alcanzar un punto de neutralización adecuado para minimizar el grado de toxicidad de estos líquidos degradantes.