Educar a los niños para la paz o la guerra depende de que la sociedad, el gobierno, la familia, la escuela y los medios de comunicación tecnológicos trabajen conjunta y coherentemente, siendo modelos, tanto inmediatos como distantes, para ellos. La paz viene cuando la educación trabaja conjuntamente con los valores y es impedida cuando cualquiera de los que intervienen en ella no asume el papel de educador.