A partir de las necesidades que se han presentado a nivel mundial en relación a los problemas de salud que se consideran como de "Atención Primaria a la Salud", en 1978 en la declaración de Alma Ata, se plantea la necesidad de formar un médico cuyo perfil atienda de manera continua, integral y anticipatoria el proceso salud-enfermedad, a través de la promoción y educación para la salud, la detección oportuna de enfermedades, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno, tanto del individuo, como de su familia. Creándose la especialidad de medicina familiar abarcando un amplio campo de conocimientos y habilidades, cuyo programa contempla los criterios que deberían reunir los tutores de esta residencia. Para ello, el tutor o profesional formador de residentes en medicina familiar, debe ser un ejemplo y cumplir con una competencia docente que permita egresados altamente competentes. Sin embargo, los resultados de este y otros estudios muestran un perfil docente que no cubre lascompetencias requeridas por los formadores de médicos familiares, lo que impacta en la actuación del egresado durante los procesos de atención. Observando un nivel de competencia docente no satisfactorio.