La contabilidad ha experimentado grandes cambios a lo largo de la historia. Hasta principios del siglo XIX, el balance de situación y la cuenta de resultados eran básicamente los únicos instrumentos contables con los que contaba la dirección. Sin embargo, con el paso de los años, las compañías comenzaron a tomar conciencia de la importancia de añadir nuevas variables cuantitativas e incluso cualitativas en la gestión de sus empresas. La contabilidad de costes ha ido evolucionando con el paso de las décadas, introduciendo nuevos sistemas de gestión para lograr un mayor control de los costes empresariales y ayudar a la obtención de mejores resultados. Para adaptarse al entorno dinámico y competitivo del mundo de los negocios, se han ido desarrollado nuevas tendencias en contabilidad de costes; no obstante, no existe un modelo por excelencia, cada empresa dependiendo de su capacidad económica o técnica aplicará un modelo u otro dadas sus características y necesidades. Por ello, a lo largo del trabajo se han expuesto los principales sistemas existentes, para conocer su utilidad e importancia, así como las ventajas e inconvenientes más destacados.