Se ha creado el concepto de los marcadores biológicos de envejecimiento para proporcionar mayor información acerca de la salud biológica de un individuo o el estado funcional de la edad cronológica, estos son cuantificables y usables potencialmente. La longitud de los telómeros se propone como un biomarcador ya que en la división celular se acorta y al llegar a un mínimo se identifica la etapa de senescencia y hasta de muerte celular pero existe la telomerasa, una enzima que reemplaza esencialmente el ADN perdido al final del gen en las divisiones celulares. Aquellos productos industriales que con su consumo eleven los niveles de esta enzima o impidan la pérdida de pares de bases en la longitud telomérica atraerían el deseo adquisitivo de muchos, sin embargo lo que aquí se propone es más saludable y económico ya que se reflejará positivamente no solo en las manifestaciones típicas del envejecimiento si no que logrará un funcionamiento orgánico estable, cambios a nivel genético, sobretodo evitando enfermedades o mejorando tratamientos para éstas. Es una herramienta educativa que al difundir la información provoque cambios de comportamiento con resultado permanentes en la persona.