La producción de manzana es de suma importancia para el estado de Chihuahua, el cuál represento según datos del SIAP-SAGARPA (2017) más del 80% de la producción nacional. No obstante, los productores de manzana se enfrentan a serie de problemáticas que les dificulta llevar a cabo esa producción. Uno de los retos más importantes es la nutrición del cultivo, la cual se puede llevar a cabo mediante la fertilización orgánica y la convencional, está última es la más comúnmente utilizada por los productores y debido al uso inmoderado de fertilizantes químicos se han producido daños severos en el medio ambiente. Por otra parte la fertilización orgánica ha tenido un incremento durante los últimos años (Delate et al., 2008) y este crecimiento se le atribuye principalmente a la demanda de los consumidores por frutos más saludables. Hay quienes dicen que ¿una manzana al día mantiene el medico en la lejaníä, si bien la manzana chihuahuense es reconocida por sus características de calidad como el sabor, frescura, consistencia (Mancera-López et al., 2007) entre otras, esta calidad se ve influenciada por el tipo de nutrición que se emplee para su producción.