En Panamá por los efectos de la pandemia, a partir del mes de marzo del 2020 las 34 universidades tanto públicas como privadas, acreditadas y no acreditadas y las 14 ubicadas en la ciudad del saber (CONEAUPA, 2021) migran de una forma obligada pero organizada a la modalidad virtual. Esto trae como consecuencia que más de 150000 estudiantes universitarios (INEC, 2020) por silogismo deben ver clases en su residencia familiar. En este escenario no apto para un aula improvisada, surgen múltiples factores que se convierten en obstáculos y que el estudiante debe superar o está superando mediante la resiliencia para poder aprobar las asignaturas en la modalidad virtual, estos obstáculos son el ruido, los apagones por la luz, la falta de internet, compartir equipos como PC y laptop, los niños pequeños, espacios improvisados, entre otros. La Investigación es cualitativa, de tipo exploratoria ex post facto, de diseño de campo no experimental. La muestra es no probabilística conformada por 2560 estudiantes y se utilizó la técnica de la entrevista digital virtual. Los resultados indican que la residencia familiar no es el lugar adecuado para ver clases virtuales.