Tus fantasías sexuales son tuyas. Puede que nunca las hayas compartido con nadie y puede que nunca las compartas en el futuro. Las nueve mujeres entrevistadas para este estudio sí las compartieron y su sinceridad fue sorprendente. Incluso si sus fantasías no se ajustaban a las ideas existentes sobre lo que son las fantasías sexuales "normales" o sobre cuándo uno puede entregarse al mundo erótico de su mente, las entrevistadas mostraron cómo las fantasías pueden incluir orgías, incesto o un torso masculino sin cabeza. Las mujeres también muestran cómo viven sus fantasías, cómo las utilizan mientras tienen relaciones sexuales o cómo quieren no tener nada que ver con su imaginación en la realidad. Las fantasías sexuales se silencian. Para esta investigación se rompió el silencio y esto reveló comprensiones ocultas de la experiencia del ojo de la mente erótica. Las fantasías sexuales no existen en el vacío. Son personales, pero mediante el proceso reflexivo que experimentan los individuos, el diálogo interno en el que las personas dan sentido a los deseos y las prácticas, el ojo de la mente también es un lugar cultural. En este proceso reflexivo es donde las narrativas culturales influyen en la experiencia de las fantasías sexuales.
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