Namibia, uno de los países más secos del África subsahariana, se enfrenta a una extrema escasez y fragilidad de sus recursos hídricos. La región central depende de arroyos efímeros, que aportan el 22% del agua superficial durante la estación lluviosa. El río Otjiseru, aguas arriba de la presa de Swakopoort, es crucial para el abastecimiento de agua de Windhoek. Controlar la calidad de sus aguas es vital para mitigar los impactos ecológicos y prevenir enfermedades transmitidas por el agua. Esta investigación informa a los responsables políticos, las instituciones de gestión del agua y las partes interesadas sobre el estado de la calidad del agua y el impacto del uso del suelo, ayudando a la protección holística de los recursos hídricos. Mejora la comunicación sobre la contaminación de los ríos, la recogida de datos y la identificación de los principales contaminantes para la adopción de medidas correctoras, aumentando así el bienestar social y la productividad. Este estudio también evalúa la eficacia de las leyes actuales sobre calidad del agua en la gestión de la contaminación.
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