El optimismo es un término utilizado de forma creciente en los últimos años del siglo XX y los primeros del siglo XXI. Se hace referencia tanto en conversaciones particulares, formando parte de la jerga popular, en ocasiones unido a su antónimo el pesimismo, como en los medios de comunicación, en intervenciones de representantes políticos, económicos y sociales, así como en el ámbito académico universitario. Los análisis del mundo de la economía, la política y la sociedad utilizan frecuentemente este término, observándose cómo los líderes que representan estos campos lo utilizan para evaluar el ánimo de la población en diversas situaciones, incrementando su uso exponencialmente tras la crisis económica y social iniciada a partir de 2008. Aparece en titulares en artículos periodísticos de los cuadernillos monográficos especiales de fin de semana, en los que aparecen datos científicos junto a un lenguaje divulgativo, dando paso a una creciente relación entre los hallazgos académicos y su aparición en medios de comunicación.