La idea de concebir la ocupación organizada de campesinos en las áreas de interés ambiental, como una oportunidad de conservación, surge desde las mismas comunidades campesinas como resultado de la apropiación del espacio por parte de estás, las cuales han construido un diseño autónomo del ordenamiento de su territorio. Por otro lado es deber de los Estados redistribuir los beneficios, sociales, ambientales y económicos derivados de estas áreas de interés ambiental, con los habitantes históricos de estas áreas con el objeto de construir una sociedad más igualitaria.