Las organizaciones globales se distinguen no sólo por su influencia en el mercado internacional sino por sus alianzas estratégicas con empresas locales; micro, pequeñas y medianas empresas como subsidiarias de los productos transnacionales o multinacionales. Una revisión a los casos más emblemáticos sugiere que las organizaciones globales han desarrollado estrategias de formación del capital intelectual en las que se observan las sus ventajas competitivas.