La forma del fondo cuando se nos olvida que existe un sistema lógico que nos aproxima a presencias etéreas, inmateriales del interior, porque una cosa es ver un atardecer multicolor en el verano y otra es pensar en los adjetivos y sustantivos que se unen para llevarlo a pasear. Situaciones minuciosas arrastradas por los cadáveres exquisitos y la escritura automática, por los medios en donde la razón no quepa, no tenga permitido entrar. Ya hay suficientes intentos de maneras formales que se imponen ante nuestros sentidos. Aquí nos reservamos el derecho de su admisión.