La palabra es la condena del ser: encierra su misterio y encubre el vacío que se tiende como falso puente donde posamos teorías, hipótesis y falsos acercamientos. ¿Es posible un conocimiento fundamentado en este engaño? La palabra es el sentido que además de encubrir, desempeña un valor sígnico y existencial: logra ponernos, ya no sobre el vacío, sino, en lo más profundo del pensamiento. Allí es donde la Poesía nos brinda su fruto, donde la locura o el vicio de la polisemia cobran un juicio que está más allá de la metodología racional, donde reconocemos el pensamiento poético. Para el desarrollo del siguiente trabajo investigativo se emplean dos tipos de fuentes; la primera en sentido teórico, pues se busca una fundamentación de lo eidético y el valor de la comprensión desde los planteamientos de Husserl y Gadamer; la segunda en sentido investigativo-práctico, pues se indaga en las fuentes primarias en las que se encuentran los fundamentos poéticos de Jaime García Maffla, en especial, en artículos que anteceden la escritura del texto ¿Qué es la poesía? y en autores que mantienen una relación central con sus fundamentos de creación.