La maloclusión es el resultado de la interacción entre factores genéticos y ambientales, por lo que es esencial que los ortodoncistas comprendan esta interacción para que el diagnóstico y el tratamiento sean eficaces. El conocimiento de las influencias genéticas ayuda a diferenciar las maloclusiones heredadas de las causadas por factores ambientales, lo que facilita la atención personalizada. La mayoría de las maloclusiones son poligénicas/multifactoriales, aunque algunos casos específicos pueden estar fuertemente influenciados por un único gen. Las estimaciones de heredabilidad varían, y los rasgos craneofaciales suelen mostrar una mayor heredabilidad que los dentoalveolares. Mientras que la asimetría fluctuante refleja el estrés ambiental, los factores genéticos influyen en la resistencia de un individuo. Contrariamente a la creencia de que las maloclusiones de origen genético son más difíciles de tratar, los cambios ambientales pueden afectar positivamente a los rasgos poligénicos. La investigación futura sobre cómo afectan los factores ambientales a la expresión génica mejorará las estrategias de tratamiento, promoviendo una ortodoncia más eficaz y personalizada.
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