Tanto en Chile como en el resto de América Latina, la década de fines de los ochenta y principio de los noventa, se ha constituido como la etapa de cierre de los gobiernos militares-dictatoriales, dando paso a la refundación y la redemocratización de la mayoría de los países latinoamericanos. Esta memoria pretende reflexionar respecto de los nuevos espacios y conceptos referentes a la participación ciudadana en Chile que se han ido desarrollado desde la redemocratización del país, en función de establecer políticas sociales que puedan colaborar en el proceso de ampliación y fortalecimiento de la ciudadanía. El texto asume que las políticas sociales deben asegurar por un lado las condiciones materiales que permitan la existencia y el desarrollo de la sociedad; pero por otra parte deben asegurar niveles mínimos de igualdad entre sus miembros que permitan una práctica correcta y responsable de la ciudadanía. El autor espera que esta reflexión permita ahondar en esta importante temática desde el punto de vista metodológico, teórico y práctico ya que la relación entre el Estado y la ciudadanía es hoy un elemento clave para el desarrollo de nuestros pueblos y sus demandas.