Patricio Guzmán es una figura indiscutible en la dirección del género documental. Esta obra aporta un análisis crítico de la producción documental de este director a partir del estudio de las dos primeras partes de La Batalla de Chile (1975,1976) y El Caso Pinochet (2001). En estas páginas se estudia la evolución de la obra de Guzmán en relación con la producción latinoamericana general y las circunstancias sociales que ha vivido y que han determinado la realización de sus trabajos. Además, se aportan elementos clave de su narrativa visual que caracterizan e identifican su producción, que da como resultado un retrato único de la sociedad chilena. Como Guzmán dice: "Un país sin cine documental es como una familia sin álbum de fotografías". Su obra debe ser tomada, ante todo, por ser testigo de su tiempo, en traer a la memoria el pasado para aprender de los errores, en un acto de atención, de reflexión o de denuncia, como reflejo de la identidad chilena y latinoamericana.