En pleno siglo XXI cómo podemos pensar que hay formas de gestión de los recursos naturales que se escapan a la lógica capitalista dominante. No sólo existe, sino que tiene plena vigencia en contextos como el que investigamos, una población inserta en un medio ecológico adehesado. Aquí se aplican fórmulas de administrar y aprovechar los recursos naturales permitiendo su renovabilidad. De esta manera se implementa un complejo sistema de gestión conocido por los habitantes locales, que supone una recreación de prácticas decimonónicas perfectamente incorporadas a la economía global. Pero además, esta organización colectivista, estimula y promueve la permanencia y el aprendizaje de actividades tradicionales en la dehesa, como el descorche. Por tanto, constituye no sólo una forma de vida para los grupos domésticos locales, sino también una interesantísima manera de conservar, proteger, reproducir y dinamizar el patrimonio cultural vivo perteneciente a este contexto social. Por todo ello el lector tiene delante un trabajo novedoso en tanto en cuanto aporta un completo panorama sobre un contexto socioeconómico y cultural vigente. No son reminiscencias del pasado, es la base del futuro.